El lagrimeo es un síntoma muy frecuente y molesto. Puede ocurrir en bebes o en adultos.
Es muy frecuente y ocurre hasta en el 20-30% de recién nacidos. En la gran mayoría de las ocasiones se resuelve espontáneamente o mediante masajes oculares. Si el lagrimeo persite al año de edad es aconsejable realizar un Sondaje Lacrimal. Es un procedimiento sencillo con una alto porcentaje de éxito (98%) y se realiza con sedación local sin dolor.
Existen numerosas causas de lagrimeo en el adulto. Muchas ocasiones ocurre por obstrucción de la via lagrimal, que es lo que se denomina normalmente como “rija”. La via lagrimal transcurre desde el punto lagrimal hasta la nariz. La obstrucción puede ocurrir en cualquier punto de la via lagrimal y debe ser tratada, ya que además de producir lagrimeo puede infectarse y producir una dacriocicstitis aguda que es muy dolorosa. El diagnóstico se realiza en consulta con un sencillo test comprobando que la obstrucción no deja pasar el suero fisiológico que aplicamos. El tratamiento de la obstrucción lagrimal es quirúrgico mediante un procedimiento denominado Dacriocistorrinostomia con la que se crea un nuevo conducto para drenar la lagrima.
Las glándulas lagrimales tienen como función fundamental la producción de lágrimas. Las glándulas lagrimales principales están situadas en la parte superior externa de cada órbita. Las glándulas lagrimales accesorias son de menor importancia en cuanto a la producción de lagrima y se situan en la capa conjuntival.
Las lágrimas tienen como función principal hidratar y mantener la superficie del ojo. Asimismo poseen sustancias que sirven de defensa frente a bacterias y virus.
Las lágrimas salen del ojo por los conductos lagrimales y desembocan en la parte posterior de las fosas nasales.
En la Clinica Oftalmológica Dr. Castillo se realiza de forma endonasal y/o mediante laser CO2. Cada técnica se aplica según a cada caso concreto. La ventajas que tienen estas dos técnicas sobre la cirugía tradicional es que la cirugía es menos agresiva, no es dolorosa, no hay puntos de sutura ni cicatriz externa. La eficacia está alrededor del 95%.
La Disfuncion Glandular Meibomiana (DGM) o más comúnmente denominada Blefaritis es una de las causas más comunes de lagrimeo y síndrome de ojo seco en el adulto y esta asociada en un 90% de los casos. La Blefaritis (DGM) consiste en una anomalía difusa y crónica de las Glándulas de Meibomio que se encuentran en la proximidad de las pestañas y se caracteriza por una obstrucción de dichas glándulas y/o cambios en la secreción Estas alteraciones tienen como resultado alteraciones en la capa lagrimal y síntomas de irritación para el ojo.
Para solucionar este problema es necesario llevar a cabo una buena limpieza de la base de las pestañas con toallitas de limpieza, aplicación de calor local e instilación de Lagrimas Artificiales y Antiinflamatorios Tópicos. También se recomiendan suplementos vitamínicos por via oral que contegan Omega-3.
Para casos concretos o resistentes se emplea desde hace algunos años la Luz Pulsada Intensa o IPL que mediante su aplicación mejora la sintomatología del ojo seco. En Clinica Dr Castillo disponemos de la IPL de última generación más avanzada para obtener los mejores resultados
La Meibomitis o MGD produce un exceso de grasa en la lágrima alterando la calidad de la misma. Por eso produce todos los síntomas del ojo seco: enrojecimiento, escozor, irritación, fotofbia, visión borrosa. Asimismo tiene unos síntomas más específicos como enrojecimiento del borde palpebral, escamitas o “caspa” en las pestañas
Si. El orzuelo ocurre cuando la glandula de Meibomio se tapona y se infecta. Generalmente esto ocurre cuando existe una blefaritis previa
Si, en lo últimos años ha aparecido un nuevo tratamiento que consiste en la aplicación de luz pulsada (IPL). La IPL actúa modulando la secreción de grasa del parpado mejorando la calidad y estabilidad de la lágrima. De esa forma se puede tratar eficazmente la Enfermedad de Ojo Seco.
Si. Se pueden emplear tanto antibióticos tópicos como por via oral
Si. Además de producir las molestias locales descritas previamente también pueden producir caída de pestañas con el consiguiente efecto negativo estético y funcional ya que las pestañas nos protegen de partículas que puedan llegar del exterior
